miércoles, 10 de abril de 2013

Trovadoras en la Edad Media: Beatriz de Día


La música siempre ha tenido un lugar muy importante en la vida e historia del hombre, conocer la historia de la música nos ayuda a entender a la sociedad de las distintas épocas y a
conocer sus inquietudes y anhelos reflejados en las letras y temas de los
cantos y poemas.
Trovadores y juglares son los encargados de poner banda sonora a la Edad Media. Unos de origen noble y
dedicados a la composición de versos, otros de origen humilde que daban vida a los versos y entretenían a las gentes de todo pueblo al que visitaban.

Pese a que la mayoría de los miembros de estas profesiones eran varones, no podemos obviar la existencia de personajes femeninos destacados como es el caso de Beatriz de Día.

Esta trovadora, también conocida como la Condesa de Día, fue una de las más destacadas artistas femeninas de finales del siglo XII y comienzos del XIII que escribían poesía de amor cortés a expensas de las críticas que su condición sexual provocaban. Poco sabemos de su biografía pero algunas fuentes piensan que pudo ser la esposa de Guillermo I de Poitiers.

Sus canciones centradas, como ya hemos dicho, en temas amorosos fueron muy populares y difundidas en el sur de Francia y el norte de Italia y es la autora de la única partitura medieval escrita por una mujer que se conserva actualmente, A chantar m’er de so qu’ieu non volvria, una “mala cansó” o “canción de dolor” en forma de epístola mediante la cual la trovadora se dirige al amigo, que la ha rechazado, de manera dolida pero sin perder la dignidad que la puede hacer valedora de la atención de aquel a quien ama.

Puesto que los detalles de la vida y muerte de la Condesa de Día son muy inciertos completamos esta breve entrada sobre esta trovadora del siglo XII con su canción más conocida:

A chantar m’er de so qu’ieu non volvria


A chantar m’er de so qu’ieu non volvria,
Tan me rancur de lui cui sui amia,
Car ieu l’am mais que nuilla ren que sia:
Vas lui no .m val merces ni cortesía

Ni ma beltatz ni mos pret ni mos sens,
C’atressi .m sui enganad’e trahïa
Com degr’ esser, s’ieu fos desavinens.

D’aisso.m conort car anc.non fi faillenssa,
Amics, vas vos per nuilla captenenssa,
Anz vos am mais non fetz Seguis Valenssa,
E platz mi mout quez eu d’ámar vos venssa,
Lo mieus amics, car etz lo plus valens;
Mi faitz orguoill en ditz et en parvenssa,
E si etz francs vas totas autras gens.

Be .m meravill com vostre cors s’orguoilla
Amics, vas me, per qu’ai razon qu’ieu .m duoiilla;
Non es ges dreitz c’autr’amors vos mi tuoilla
Per nilla ren qu’ie .us diga ni acuoilla;
E membre vos cals fo .l comenssamens
De nostr’amor! Ja Dompnedieus non vuoilla
Qu’en ma colpa sia .l departimens.

Proesa grans qu’el vostre cors s’aizina
E lo rics prtez qu’avetz m’en ataïna,
C’una non sai, loindana ni vecina,,
Si vol amar, vas vos non si’ aclina;
Mas vos, amics, etz ben tan conoissens
Que ben devetz conoisser la plus fina,
E membre vos de nostres covinens.

Valer mi deu os pret e mos partages
E ma beltatz e plus mos fis cratges,
Per qu’ieu vos mandad lai on es vostr’ Estatges
Esta chansson que me isa messatges:
Ieu vuoill saber, lo mieus bels amics gens,
Per que vos m’etz tanta fers ni tant salvatges,
Non sai, si s’es orguoills o maltalens.

Mas aitan plus vuoill li digas messatges,
Qu’en trop d’orguoills o ant gran dan maintas gens.

Ahora deberé cantar de lo que no querría


Ahora deberé cantar de lo que no querría,
Tanto me lamento del que no soy amiga,
Pues le amo más que a cualquier cosa en el mundo
Pero no valen ante él ni la piedad ni la cortesía
Ni mi belleza ni mi valor ni mi juicio,
Porque soy engañada y traicionada
Como sucedería si fuera poco agraciada.

Me conforto pensando que jamás y de ningún modo
Cometería equívoco hacia vos, amigo,
Sino que os amo más de lo que Segui amó a Valensa,
Y me agrada venceros en amor,
Amigo mío, porque sois el mejor;

Sois orgulloso conmigo en las palabras y en los modos,
Mientras que os mostráis amables con todos.

Me sorprende como hacia mí vuestro corazón se muestra duro,
Amigo, por lo que tengo razón para dolerme;
No es justo en absoluto que otro amor os aparte de mí,
Sea lo que sea lo que os diga o conceda;
¡Y recordad cuál fue el inicio de nuestro amor!
El Señor Dios no quiera
Que sea mía la culpa de la separación.

La noble virtud que habita en vuestro corazón
Y el alto valor que poseéis me intimidan,
Pues no conozco dama cercana o lejana,
Que, dispuesta a amar, no sea atraída por vos.
Pero vos, amigo, tenéis tanto juicio
Que bien debéis conocer la más perfecta;
Y acordaos de vuestro pacto.

Deben ayudarme mérito y nobleza
Y la belleza y aún más la sinceridad de ánimo,
Por ello os mando allá donde moráis
Esta canción, que sea mi mensajera;
Y quiero saber, mi gentil y bello amigo,
Por qué sois tan altanero y cruel conmigo:
No sé si por orgullo o mal talante.

Más aún quiero que os diga el mensajero:
Por demasiado orgullo mucha gente ha sufrido gran daño.


Leonor Carrión 

Para más información:
Blog Grandes mujeres en la historia
- ROSARIO DELGADO SUAREZ, Breve estudio entorno a la Condesa de Día, Revista de
estudios literarios, 2006

miércoles, 13 de marzo de 2013

El calendario en la Edad Media


Los calendarios o menologios medievales estaban compuestos por doce representaciones en las cuales quedaban reflejadas las actividades más identificativas de cada uno de los doce meses. El soporte de dichas representaciones podían ser los pergaminos (Las Muy Ricas Horas del Duque de Berry), el material escultórico (Iglesia de Galve de Sorbe, Guadalajara) y los muros previamente preparados (Colegiata de San Isidoro de León). Estos calendarios son un signo evidente de la expansión agrícola, la revalorización del trabajo manual, la propaganda eclesiástica, y en un sentido teológico, el paso del tiempo y de la historia humana.

En este artículo los dos calendarios de referencia son: el Calendario de San Isidoro de León, y el calendario de Las Muy Ricas Horas del Duque de Berry.
En cuanto a las representaciones de los doce meses, son las siguientes:



Enero (Genuarius): En este mes se lleva a cabo la representación del dios romano Jano, hecho que muestra la escasa cristianización del pueblo. Jano es representado con dos cabezas mirando a dos puertas en lados opuestos, una cabeza anciana mirando a la puerta izquierda (el pasado), y la cabeza joven mirando a la puerta derecha (el futuro). El mejor ejemplo, de entre los dos calendarios, de esta imagen queda reflejado en el Calendario de San Isidoro de León.

Febrero (Febrarius): Este mes es representado mediante uno o varios campesinos calentándose junto al fuego. En ambos calendarios se observa con claridad dicha representación, solo cabe destacar que en el de Las Muy Ricas Horas el campesinado pintado posee cierta riqueza que queda ampliamente reflejada en la vestimenta.

Marzo (Marcius): Este mes, en el que las temperaturas se suavizan, queda representado por las actividades como el arado de la tierra, la poda de las cepas y el pastoreo. En ambos calendarios queda reflejada la poda de las cepas, aunque el de Las Muy Ricas Horas, por su mayor complejidad muestra también el arado y el pastoreo.

Abril (Aprilis): Este mes se caracteriza por representar al príncipe de la primavera, cuyo origen tiene que ver con cultos paganos. El príncipe de la primavera queda reflejado como un joven que porta flores, ramas o plantas. El Calendario de San Isidoro de León es el que mejor refleja este mes..



Mayo (Magius): La temática de este mes muestra algo diferente: al caballero. Esto se debe a que es buena época para la guerra. En el calendario de Las Muy Ricas Horas se observa a estos caballeros acompañados de algunos elementos típicos de la primavera. Sin embargo, en el de San Isidoro de León el caballero aparece con su escudo y su caballo.

Junio (Iunius): Este mes es representado con la escarda (únicamente en la Península Ibérica) y la siega del heno. Estas representaciones están relacionadas con cultos paganos y el solsticio de verano. En el Calendario de San Isidoro de León se ve a un campesino llevando a cabo la escarda, en el de Las Muy Ricas Horas se observan a varios campesinos, unos con guadañas segando el heno y unas mujeres amontonándolo

Julio (Iulii): La imagen más representativa es la siega del trigo. En ambos calendarios se puede observar como el campesino lleva a cabo dicha siega con una hoz, en el de Las Muy Ricas Horas, además se puede observar como durante este mes se lleva a cabo la trasquilación de las ovejas, para obtener lana del pelaje que estas no necesitan durante los meses de calor.

Agosto (Agustus): Este mes queda reflejado por la trilla, que consiste en la separación del grano de la paja, y del descanso veraniego. En el Calendario de San Isidoro de León refleja mucho mejor la trilla, mientras que el calendario de Las Muy Ricas Horas muestra mucho mejor el descanso veraniego mediante las figuras de los campesinos disfrutando de un baño.


Septiembre (Setenber): Este mes tiene la vendimia y las barricas como elementos representativos. En ambos calendarios se puede observar la vendimia, Las Muy Ricas Horas además, muestran las barricas encima de un carro.

Octubre (October): Este mes queda representado por el trasiego del vino, el arado del campo y el sembrado. El calendario que mejor refleja este mes es el de Las Muy Ricas Horas, en el que aparecen varios campesinos entre los cuales uno está aplanando el campo previamente arado y el otro está arrojando las semillas.

Noviembre (Novenber): Este mes se representa con la alimentación y la matanza del cerdo. En el Calendario de San Isidoro de León muestra dicha matanza, sin embargo, en el de Las Muy Ricas Horas queda reflejada la alimentación del cerdo (un cerdo menos domesticado que el de la actualidad, de ahí el pelaje grueso de los cerdos representados).

Diciembre (Decenber): Este último mes se caracteriza por representar a un hombre barbado sentado en una mesa en la que se encuentran los alimentos de la matanza componiendo un banquete festivo. El Calendario de San Isidoro de León nos muestra mejor esta imagen característica, sin embargo, en el de Las Muy Ricas Horas se puede observar otra imagen que puede representar este mes, la caza de un jabalí que posteriormente se sirve en el banquete.


Pablo Rubio Bressel

domingo, 27 de enero de 2013

El muro de escudos


Uno de los aspectos más interesantes de poder experimentar la Historia reside, sin  duda, en la simulación de batallas. Si bien no se pretende matar de verdad, la estrategia y  las formaciones intentan ser lo más parecido a la realidad, desde el punto de vista  histórico y también desde el punto de vista práctico. Este es el caso del muro de escudos

En un muro de escudos, formación de combate de infantería diseñada para agrupar en un  solo bloque a todos los soldados y que estén protegidos, los integrantes tienen que solapar su escudo con el del compañero que está al lado. De esta manera es posible  aguantar mucho mejor la carga de un enemigo.

Foto perteneciente a: El blog de wendal

Desde un punto de vista puramente físico, el embate del enemigo se reparte a lo  largo de todos los miembros del equipo, y no solo por la persona más cercana al punto de ataque. Asimismo, un muro de escudos es lo suficientemente elástico para absorber una carga de un enemigo descontrolado que solo utiliza la inercia de su cuerpo, siendo realmente peligroso cargar “a lo loco” para el atacante. Por el tipo de solapamiento de los escudos, hay maniobras que permiten abrir una “puerta” a un ataque, volviéndose a cerrar para conservar la cohesión. Este solapamiento permite a su vez, reconocer, por la falta de presión del escudo del compañero, cuándo hay algún caído en la línea, siendo necesario cerrar la línea de escudos para no perder eficacia. 
Cuando los integrantes de un muro de escudos se componen de dos líneas, la  primera  con escudos y la segunda con lanza, entonces el muro de escudos es realmente una máquina de guerra (también es importante destacar el tamaño de los escudos: no todos sirven). Por otro lado, es importante que no se opere nunca, o lo menos posible, con una sola  línea, dado que cualquier rotura en la misma podría suponer el desastre para 
todos.  En nuestros entrenamientos aprendemos disciplina de grupo. Hay una persona que dirige las acciones a realizar. Por medio de comandos sencillos, podemos actuar como un bloque que avanza, que se para, que gira, que se protege de las flechas del enemigo, que retrocede… todo con la mayor sincronización posible. Mediante este entrenamiento comprobamos en primera persona la eficacia de este sistema, y experimentamos en nuestra propia piel su eficacia en combate.

Esta es una muestra  de lo que hacemos; por un lado la recreación histórica, divulgativa, documentando la existencia de esta formación, y por otro lado experimentando esta arqueología poniéndola en práctica y comprobando su efectividad.

Para más información:
BENNETT, M. (ed.). La Guerra en la Edad Media. Madrid, 2010.

Javier Rodriguez

martes, 1 de enero de 2013

La Orden del Temple



Orden Militar fundada en el año 1120 en Jerusalén. Se trató de la primera orden militar que se configuró como tal, en un proceso de militarización, de la mano de San Bernardo de Claraval, que fue pionero en Occidente. Era la primera vez que se planteaba la idea de que aquellos que servían a la Iglesia pudieran derramar sangre con el objetivo directo de expiar los pecados. Y todo bajo una estructura internacional que sólo servía al papa de Roma.

La orden se desarrolló entre Oriente y Occidente, llevando a cabo tareas militares en el primero y económicas en el segundo. A lo largo de toda su existencia, la orden mantuvo encomiendas en los principales reinos occidentales que permitieran a la orden nutrirse de suministros y dinero suficiente para mantener las guerras en oriente. Allí lograron desarrollar incluso buenas relaciones con determinados sectores del Islam, llegando incluso a introducir mercenarios de estos entre sus filas (turcópolos). Gobernados por un maestre y por un capítulo general, los templarios se expandieron incluso a las cruzadas del este de Europa, en compañía de los hermanos teutónicos, o incluso a la Península Ibérica, lugar donde participaron de la Reconquista.

Mucho podría escribirse sobre los templarios, entrando en detalle sobre su estructura jerárquica, los acondicionamientos militares o religiosos, las donaciones de tierras, su influencia en la corte o en el poder, los grandes combates librados a ambos lados del Mediterráneo, o incluso sobre el esoterismo y mito que generan en tiempos posteriores. Mito que se alimenta, por otro lado, por el trágico fin de la orden, en el siglo XIV, a manos de Felipe IV de Francia, el Hermoso, y el papa Beltrán de Got, también conocido como Clemente V.

Ambos, siendo el segundo un práctico vasallo del primero, urdieron un complot a escala nacional primero, e internacional después, por el que detuvieron, torturaron y, por último, ejecutaron a gran cantidad de templarios. Sus objetivos: económicos y políticos. El fin de la orden permitió al rey Felipe IV recuperar gran parte de su tesoro, el cual había sido endeudado con el Temple. Otros bienes pasaron al papado o los restantes reinos y órdenes militares, principalmente el Hospital. Concluyó así la historia de los Pobres Caballeros de Cristo: religiosos, guerreros y banqueros, defensores de la “cristiandad” y condenados por ella.

Para más información:
NICHOLSON, H. Los Templarios. Una nueva historia. Barcelona, 2006.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Bellmonte 2012: Marriage Pack


Todo comenzó como de costumbre...
Antes siquiera de cargar personas, el Verso estaba lleno de cosas, de palos, de armaduras, de sacos de dormir...

En el garaje estaba todo listo para ser metido.
¿Cabrá? - Me pregunté con congoja.
Pues no se yo... - Me respondí.

Nota mental, debo pasar menos tiempo solo.

El caso es que comenzó el bonito proceso de carga. En mi cabeza, esta música:

Pero también esta vez se pudo acomodar todo. La próxima me dejaré mi órgano gótico porque apenas lo he podido usar.

Tras interesantes charlas y ningún problema de averías (recordad, queridos lectores), llegamos al precioso pueblo de Belmonte. El bueno (hay varios por la geografía española).

Saludamos a sus gentes y disponemos el campamento.
El polvo promete algo muy sucio...
Quiero decir "debido al polvo existente en el terreno de juego, las batallas prometen ser muy sucias". Que hay que explicarlo todo. Pero os gusta, ¿eh?. (Léase mientras se oye el chasquido de un látigo y me imagináis vestido de cuero negro con un clavel en el pelo).
Pero no quisiera desviarme, y menos en público...

El montaje de las tiendas medievales tiene mucho de sexual.
Al menos, para mí. Os cuento...

Primero se pone la lona tumbada en el suelo.
Luego se empiezan a subir los refajos hasta que estás dentro.
Luego se mete un palo hasta que encaja en su lugar.
Luego se levanta, y entre dos, se mantiene de pié, mientras los demás la van clavando.
Los de dentro tienen que aguantar con los palos tiesos, entre sudores y risas, hasta que los otros han terminado.
No se vosotros, pero por la descripción, algo se revuelve en mi interior.
En mi bajo interior, vamos...

Y así con tres tiendas.
Como diría un conocido (yo):



Después de la extenuante pseudo labor sexual, tenemos que comer algo.
Y ahora viene el encender un fuego.

Encender un fuego tiene mucho de sexual.
Os cuento...

Primero hay que trabajarse el sitio donde uno quiere hacer el fuego; no es lo mismo contra una tapia que en mitad de un descampado.
En este caso fue contra una tapia.
Luego hay que trabajarse el material; la leña tiene que estar seca y ser capaz de prender bien, porque si no, por mucho que intentes encenderla, no arde. En el caso del sexo de verdad es al revés, pero no digo más porque nos pueden estar leyendo niños...
Ah, y no por mucho chuperretear la leña va a prender, a menos que hayamos estado bebiendo alcohol como una manada de orcos.
Cuando la leña empieza a prender, empiezas a ver las señales de que es así; primero una pequeña línea de humo, que va ensanchándose, hasta que llega al punto de no retorno: esto arde, sres...
Al contrario que en mi símil, una vez arde, sigue y sigue.

Ahora vamos a meter la carne.
Esto PARA NADA tiene algo de sexual...
Después de manosear chorizos crudos (que viene a ser como hacer recuento miembros viriles semivivos), se meten en unas parrillas hasta que se ponen calientes y la grasa interior cuece, estalla, y es liberada en una orgía de chorritos que prenden aún mas en el fuego de las llamas.
Brutal....

Creo que aceptaré ese empleo de guionista para películas de adultos que me han propuesto...

Cenamos como campeones y campeonas en un festival de chorizos, panes, chuletas y pancetas.
No apto para cardíacos.
En serio.

Nos vamos a dormir.

6-7 de la mañana.
El frío llama a la puerta: toc toc. Abrígate o me llevaré a tus testículos a dar un paseo a tu garganta.
Me abrigo.
7:15 de la mañana.
Me meo.
Me meo muchísimo.
Pienso seriamente mearme en el saco de dormir y ya encontraría una disculpa ("Es que estaba soñando con un váter y..."
Paso.
Me levanto, me visto, me revisto (el Siglo XV tendría algún truco; para mí que dormían vestidos).
Salgo raudo y veloz al urinario.
Me "urino" y la vida es bella y me sonríe de nuevo.

Avivo las brasas del fuego y lo relanzo: "El fuego II". Todo un éxito.
Al amor de la lumbre se despiertan el resto de parroquianos.
Desayunamos: bollitos, café (vale, no es histórico, pero también hemos venido en coche), zumos, leche caliente.
El día promete.

Nos preparamos para la batalla: se dice que hay revueltas ocasionales con fuertes chubascos, así que nos vamos a preparar para defender la villa de Bellomonte.

Pertrechados, nos vamos de patrulla por el pueblo.

Resulta que hay más traidores que en una sede de gobierno, así que nos intentan despistar, peeero...
Nos damos cuenta de que hay un engaño, así que detenemos al interfecto (interfecta).
Pese a todo, somos atacados, con todo éxito.
Defendemos al representante de la verdad y nos volvemos al campamento, donde también nos espera otra sorpresita...

Al final también nos zumbamos y nos rezumbamos.
Esta vez, el que escribe acabó en el suelo (recordad el polvo) muerto y remuerto por una horda de salvajes...
Gentuza, chusma...

Comemos, rico rico y con fundamento.
Yo me echo una siesta (digo, me "retiro a orar") antes, porque lo necesito.
Buena siesta, pese a los tambores...

[Nota: la próxima vez, traer una gaita y ensayar al lado de la tienda / vivienda / humilde morada de todo aquél que lleve instrumentos de percusión. Ofrecer dinero por la destrucción de los tambores. Majar a palos. Matar].

En la sobremesa jugamos a juegos medievales.
No me acuerdo del nombre, pero era algo parecido a las damas chinas, o bolas chinas, o algo así.
Muy interesante.

Ensayo mi papel como fraile casador.
Declamo en voz alta para fastidio de niños y gentes poco piadosas (hala: toma tamborcito).
Tengo que hacerlo bien.


"...Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis hermanos. Y tu sabrás que mi nombre es Yahvé cuando caiga mi venganza sobre ti."


Sigo un texto de cuando el Rey de Espadas era cabo; algunas frases se dan al cambio para provocar unas risas ("que tu mujer sea como una parra fecunda a los lados de tu casa" >>> "que tu mujer sea como una PERRA fecunda a los lados de tu casa").

Fraile - La voz de Dios y Amena en esta tierra


Organizamos algo improvisado pero muy simpático; mientras unos nobles charlamos tranquilamente, unos guardias traen un preso y el populacho (vulgo: chusma) se subleva y lo intentan liberar.

En el fragor de la batalla, me lo creo y desvío una alabarda al suelo, la piso y arremeto con la mano y media contra su portador.... Es la guerra y defiendo mi vida. Perdón...
Doblo la alabarda y yero al portador en los dedos. Perdón...
[Nota: comentar esto con el psiquiatra. Ha vuelto a pasar. Las voces me piden sangre]...

Los nobles salimos en apoyo de los guardias y nos matan a todos.
Impresionante.
Mi gorrito rojo nuevo muerde el polvo.
Yo también.
Se me queda la lengua como una croqueta.

Rápidamente, la gente del pueblo empieza a agolparse alrededor del campamento...
Mmm...
Extraño.
¿Por qué no se van esas gentes por ahí?
Tenemos que cenar y (según me habían dicho) haríamos la boda, como evento privado...

Pues, tengo noticias para vos...
Se ha corrido la voz (a Frank Sinatra le encanta esta frase) y la gente lo SABE.
El público quiere su boda medieval.
Son muchos...
No estaba preparado... Peeeero...
¿Quién dijo miedo?
Sin problema.

Me pongo el hábito, se prepara la "imporvisada capilla".
Reduzco la liturgia (sobre la marcha).
Algunos dirían que hice muchas cosas diferentes, pero hice algo de marketing, para que la gente viese.
La ceremonia normal es de espaldas al público y no lo habrían soportado...

Terminamos, compañeros casados, público contento.
Al término, se me acercó un señor barbudo emocionado.
"Lo has hecho muy bien; ¿eres actor?"
Le digo que no, que solo soy un mero recreador (imagen mental de un pez con yelmo) de la pradera.
Me ahorro lo de que no creo en la iglesia y esas cosas para no estropearle la tarde.
Un cliente feliz...

Cenamos.
Cansancio, y pequeña siesta mientras montamos el evento privado.
Esta vez, haré de las mías... ¡¡¡Mwahahaha!!!


Me invisto de monje (¿este verbo existe? El corrector no me dice nada. Lo apuntaré para jugar al "scrabble").
La luz de las velas invade (mas bien pugna por pasar) la estancia.
Tengo que leer un tocho de 45 páginas, con notas al margen y esas cosas...
Veo menos que un gato de escayola...

Me presentan a los que van a ser casados.
Me invade una seriedad total.
Soy un profesional, no me río un ápice.



Examino los documentos.
Veo los linajes de donde proceden.
¿Cómo dar mi aprobación?

-"Excelente"


Me se de una que tuvo que aguantarse la risa como quien se aguanta el pipí.
Pero no se puede reír uno, así que: ajo y agua.

En la liturgia, meto una frase Tolkien a la hora de bendecir los anillos (tuve que hacerlo).
Mas risas contenidas.

Las hembras; las grandes subyugadas del s. XV...


Los caso y despido a los feligreses.

Lo hice tan bien (je, je) que incluso un infante se durmió.

Nos acostamos.
Cada uno en su saco.
Me dejan un pabellón entero para mí solito.

Durante la noche oímos conversaciones de alcoba y gritos de Natalia.
Natalia estaba muy preocupada porque sus amigas la consideran una zorra...
Natalia: amiga lectora. Eres una zorra. Admítelo. Saca beneficio de ello. No te odies.
Pero si te pasa otra vez, vete a gritar tus penas a la casa de tu (también) puta madre.
Gracias.
Adiós.
Pásanos tu lista de precios y te llamaremos.

Un nuevo día amanece, pese a Natalia.
Como no tengo nada que hacer mientras se reaviva el fuego, monto casi todas las mesas y ayudo a prepara los desayunos.

Hoy viene la tele a vernos.
Por cierto, la reportera muy guapa.
Fabulosa rubia voluptuosa, que pese a la chaquetilla azul no podía ocultar sus encantos (vaya encantos).
Una alegría para la vista y un gozo para el corazón.

Entrega de premios, digo de cargos.
En la puerta donde se hacía (palabrita del Niño Jesús), se van presentando los cargos (menos un alguacil, que estaba indispuesto debido a unas libaciones).
El representante de la ley se impacienta y manda a la porra al notario, que estaba hablando en latín cual poseso.
"Abrevie usted, que me aburre".

La ceremonia queda bordada, pese a tener un escriba mujer (ejem) con más estudios que la Universidad de Salamanca.
Excelente...

A la vuelta somos atacados (empiezo a ver una fijación en las gentes de Belmonte contra la autoridad).
Nos defendemos y hasta en último ataque en el campamento casi sobrevivimos.
Muy divertido.
Muy sucio.
Normalmente lo sucio es divertido, o al revés. O no. Bueno, da igual.

Juegos para mujeres, para niños, perritos que se roban la pelota de los juegos...
Entrañable.

Fabulosa comida a base de venado (que, a diferencia de como yo pensaba, no es algo lleno de venas).
Buenísimo.

Recogemos, nos despedimos y esperamos volver a vernos pronto.
Ha sido una edición muy entretenida y lo hemos pasado muy bien.



El siglo XV mola mazo...

Firmado:

Javier Rodriguez

Dibujos: 
Laura Zorro

jueves, 15 de noviembre de 2012

La espada de arzón


Saludos,

Todos conocemos el conocido término de la espada de arzón, pero quisiera realizar algunos comentarios para tratar de desmitificarla un poco, dado que he visto que existen algunas dudas sobre ella, principalmente terminológicas.
La fuente son los trabajos de Oakeshott, que podéis encontrar fácilmente en  MyArmoury
Básicamente, quería definir que la espada de arzón y, concretamente su nombre, ni siquiera son una realidad histórica. Y me explico, en la edad media, como en todas las épocas, no se hablaba de espadas de arzón, espadas de mano y media (no siempre, desde luego), etc. Esa es una convención actual. Generalmente, el nombre que recibía una espada en la época era tan sencillo como "espada".

El concepto de la espada de arzón nace en la segunda mitad del siglo XI y en la primera del XII. El nombre, como se ha dicho, no es medieval, sino una convención de los especialistas para definir a este tipo genérico de espada. El nombre, en sí mismo, no nace del arzón porque se llevara colgada de este o porque hubiera una funda específica para arzones, sino básicamente porque era un arma que se empleaba desde la silla del caballo. Ahí está la cuestión.

La espada de arzón se encontraría, tras las espada de mano, en una de las armas fundamentales en la larga evolución que desprendería en espadas bastardas, espadas mal llamadas "de mano y media" y espadas de dos manos. Supongo que existiría la posibilidad de culminar ese proceso en lo que ya entonces se conocía como "montante". 

Morfológicamente, esa espada presentaba una característica que sentaba su utilidad: su hoja era más larga que la de la mayoría de las espadas de mano. Su empuñadura era exactamente o mínimamente más larga que la de una espada de mano, y el superior largo de hoja se diseñó para cumplir su función principal: el uso a caballo y el combate desde una posición más elevada que exigía un largo de hoja mayor para poder alcanzar a los objetivos "a pie". Posiblemente no excediera en tamaño de hoja en más de 5 o 10 centímetros como mucho a una espada de mano normal.

Por lo tanto, encontraríamos la espada de arzón como un modelo de espada de mano ligeramente más largo de hoja, pero con exactamente las mismas propiedades. Su equilibrio se encontraba más adelantado, precisamente para poder ejercer esa fuerza superior en la punta que derivaba en cuchilladas más eficaces desde una posible montura. A pie se trataba de un modelo de espada de mano eficaz aunque también distinto.
Sin duda, pudiendo cumplir esta doble función, era un arma diseñada para élites de combate, como la mayor parte de las órdenes militares.

Cuando la espada amplíe su empuñadura para responder también a este tamaño, incluso incrementando de nuevo el tamaño de hoja, nos encontraríamos con las espadas bastardas. Quizás un aumento de tamaño podría llegar a convertirse en mano y media (concepto italiano y erróneo para estas espadas que rebautizarán con desatino el concepto de espada a dos manos). Ya finalmente llegaríamos a la espada a dos manos de la segunda mitad del siglo XIV con una hoja extremadamente larga y una empuñadura, según el modelo, lógicamente, para dos manos y probablemente más.

Quisiera destacar, eso sí, ese apartado, resaltando el hecho de que los conceptos de espada de mano, arzón, bastarda, mano y media y dos manos son convenciones genéricas, acordadas, y que no responden, generalmente, a ninguna denominación concreta y establecida universalmente dentro de las fuentes, o la mayoría de ellas.

Firmado:
Guillermo Cózar